Noticia publicada en GuadaQue.com 14 de abril de 2011
“Me agrada que los murciélagos defiendan su punto de vista”. Ésta es una de las divertidas y ocurrentes frases que configuran el libro “Los Meagrada” que han escrito al alimón Álvaro Fierro y Gracia Iglesias, con las simpáticas ilustraciones de Susana Rosique. La editorial Bornova ha publicado este precioso libro infantil que hoy han presentado en la Biblioteca de Guadalajara.
Ante unos atentos y colaboradores menores, una de las autoras del libro, Iglesias, acompañada de la ilustradora, Rosique, han interpretado ‘Los Meagrada’, unos simpáticos extraterrestes que llegan a la Tierra y contemplan todo con ojos diferentes que les permiten ver nubes en las almohadas y castillos en lugar de casas.
La delegada de Educación y Cultura, Reyes Estévez, acudía a la presentación, a la que también asistían, Víctor Ricote, de Ediciones Bornova; José Durán, de La Ballena de Cuentos; la cuentacuentos y escritora Estrella Ortiz, y la directora de la Biblioteca de Dávalos, Blanca Calvo. Además de un montón de infantes, que miraban con interés cada una de las marionetas y objetos que usaba la cuentacuentos Gracia Iglesias para dar vida a los Meagrada.
Estévez explicó a los niños que el cuento había sido escrito para que todos se animaran a leer e instó a los menores a que lo leyesen junto a sus padres. En su breve presentación, agradeció a los autores y la ilustradora su trabajo y, también, a la editorial Bornova, porque es una edición muy bonita, que se puede adquirir en la librería infantil La Ballena de Cuentos.
Tras la presentación, Gracia Iglesias, disfrazada como una marciana más, llevó a los niños, cual flautista de Hammelin, a través de los Meagrada, en un viaje fantástico e imaginativo en el que los pequeños pasaron de desear ser extraterrestes para ver las cosas con otros ojos, hasta meterse en casas ajenas donde, como Ricitos de Oro, probaron la sopa, incluso se bañaron en ella.
Los pequeños se han divertido con este original libro que enseña desde el principio, porque los niños desconocían que agradar es sinónimo de gustar.
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