Cerró los ojos y se lanzó. En cuanto sus piececitos tocaron el agua el miedo se disolvió en un remolino de burbujas y comenzó a nadar feliz y completamente libre como un pequeño pez. ¿Los manguitos? Bueno, ese es un detalle sin importancia. ¿Acaso los pececitos no usarían ruedines si aprendieran a andar en bicicleta?
(c) Autora del texto, Gracia Iglesias (Escritora y dinamizadora cultural)
(c) Ilustración de Antonio Montero (Ilustrador)
Este cuento y su ilustración se hicieron para el blog Cuentos para leer de una sola vez de Fran Nuño.
4 comentarios:
¡Qué bonito, Gracia! besos :-)
Muchas gracias, Susana. Si quieres le puedo dar tu contacto a Fran Nuño para que cuente contigo para ilustrar algún microcuento :*
Gracias, guapa, sería estupendo, besos!
Pues ya mismito lo hago. Y de paso te dejo el enlace a su
blog de microcuentos
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